Ahora que me he embarcado en esta experiencia de ser emprendedor y desarrollar mi propio negocio, he aprendido tantas cosas que me hacen tener un mayor respeto y consideración a los empresarios. En este momento me atrevo a decir que la labor de todo empresario se resume en dos actividades principales: resolver problemas y saltar obstáculos.
Mientras recorremos ese tallo espinado con el deseo de alcanzar la anhelada rosa de la estabilidad y el éxito, nos abordan las preocupaciones, la ansiedad nos acompaña y el estrés se empeña en convencernos de que todo es más difícil de lo que parece. Pero también ese tallo tiene hojas en las que podemos reposar durante el camino; esas hojas son las satisfacciones que nos da cada pequeño logro, cada obstáculo dejado atrás, las personas que nos dan su apoyo y cada nueva idea que despierta en nuestras mentes vislumbrándonos esa hermosa flor que nos espera al final del camino.
Como empresarios decidimos recorrer ese camino; asumiendo el riesgo y creyendo en nosotros mismos para poder dar esa fuerza que amerita la realización de todo sueño, de toda obra, de toda acción por la que escogemos dar nuestra energía.
Mientras recorremos ese tallo espinado con el deseo de alcanzar la anhelada rosa de la estabilidad y el éxito, nos abordan las preocupaciones, la ansiedad nos acompaña y el estrés se empeña en convencernos de que todo es más difícil de lo que parece. Pero también ese tallo tiene hojas en las que podemos reposar durante el camino; esas hojas son las satisfacciones que nos da cada pequeño logro, cada obstáculo dejado atrás, las personas que nos dan su apoyo y cada nueva idea que despierta en nuestras mentes vislumbrándonos esa hermosa flor que nos espera al final del camino.
Como empresarios decidimos recorrer ese camino; asumiendo el riesgo y creyendo en nosotros mismos para poder dar esa fuerza que amerita la realización de todo sueño, de toda obra, de toda acción por la que escogemos dar nuestra energía.
1 comentario:
Amigo Juan Carlos, si te acabas de embarcar probablemente lo que dices lo intuyes más que lo padeces, pero puedo decirte que la intuición no te traiciona. El del emprendedor es un camino duro, largo y sinuoso; lleno de sin sabores y noches sin dormir, en el que te encontrarás más solo que acompañado, sin ningún reconocimiento social y en el que el calificativo y la expresión más común a tu alrededor será “pero estás loco”. Además, las posibilidades de fracaso son del 80%, al menos para el emprendedor puro, ese que no tiene padrinos y que todo ha de ganarlo con esfuerzo y sacrificio. En fin ánimo y como decía un famoso político de mediados del siglo pasado “never give in, except to consideration of honor and good sense”
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