domingo, 22 de noviembre de 2009

BALIDOS HUMANOS

El balido es la voz del carnero, el cordero, la oveja, la cabra, el gamo y el ciervo. Si esto es así ¿Cómo es posible que este artículo se llame “Balidos Humanos”?
Cuando pensamos en esos animales los asociamos con mansedumbre, docilidad, inocencia, debilidad, y también pensamos en rebaños y pastores.
Cuando escucho a algunas personas decir ciertas frases, e incluso cuando las digo yo mismo, no puedo evitar visualizar en mi mente a una oveja emitiendo su peculiar sonido “Beee”. Y es que cuando decimos alguna de esas frases nuestro comportamiento parece simplificarse al de uno de esos animales de corral.
Las frases de las que hablo o los “balidos humanos” son las del tipo: “Eso es normal”, “Como todo el mundo”, “Yo (quiero, hago, digo, etc.) lo que los demás”. Cuando utilizamos estas frases, me parece que desconectamos nuestra inteligencia y nos dejamos llevar por el rebaño.
Te pongo un ejemplo: Vienes un día preocupado por un problema y se lo cuentas a un amigo/a. Tu amigo te escucha (o aparenta hacerlo) y en algún momento emite el balido “Eso es normal. No te preocupes por eso”. Desde ese momento ha decidido no pensar más en tu problema y tú te dejas llevar, desconectando tu cerebro y dejando de hacerte preguntas creativas que podrían llevarte a una solución efectiva. Te has consolado en el rebaño de lo normal.
Lo que yo me digo a mi mismo es: Ok, es normal; pero ¿significa eso que es bueno para mí? ¿A qué llaman “lo normal”? ¿Tengo que aceptarlo solo porque es común, frecuente o mucha gente lo acepta? ¿Cuánta gente es todo el mundo? ¿Por qué tengo yo que aceptar lo que aparentemente es bueno para los demás? ¿Tanta gente tiene la misma realidad que yo? ¿Qué diferencia hay entre lo normal y lo natural?
Hablemos de situaciones ejemplares: si en un hogar la violencia es frecuente, puede que para los niños la violencia sea normal; en un barrio sucio, la basura es normal; para una mujer que se rodea de amigas con problemas con sus parejas, lo normal será tener una opinión negativa de los hombres; un hombre que se relaciona con hombres perezosos, lo normal será la frustración y el desgano. Hemos aceptado como normal tener preocupaciones; al punto de que si no tenemos preocupaciones, eso nos preocupa, porque las cosas no pueden ser perfectas. Es normal idear todo tipo de discriminaciones. Por qué no decirnos a nosotros mismos: Debe haber otra forma de ver las cosas. Debe haber una solución adaptada a mi realidad, la cual debo buscar.
Lo que quiero resaltar con estos comentarios es que todos tenemos una percepción propia de la realidad y, al aceptar una situación como normal nos perdemos la posibilidad de obtener soluciones adecuadas a nuestra propia experiencia vital. Aceptamos las ideas convencionales y truncamos nuestra capacidad creativa; la que nos permite dar soluciones que de verdad encajan en nuestra manera de ver el mundo. Si te haces consciente, de esta forma te darás cuenta de que no vives tu propia vida sino la del rebaño, por lo tanto sigues a pastores y no a tu propio ser.
Hay otros balidos con un sonido más fuerte que los anteriores. Frases capaces de paralizarnos y hacernos ver como ovejas que no dan lana, como cabras que no dan leche. Son ideas que no solo limitan el pensamiento, sino que también nos inmovilizan para la acción. Frases como: “Eso es imposible”, “Eso no sirve de nada” y “Eso no se puede”, entre otras, tienen ese poder.
Después de leer esto, puede que te enfades o que te pase como a mí, y cuando escuches un balido humano no puedas evitar ver en tu mente una ovejita haciendo “Beee” y sonreír.